Primer Día.
Lunes 7 de septiembre de 1992 son las 6 de la mañana, hace un poco de frío, suena el despertador, Carlos se despierta y lo apaga, despierta a su mujer, mientras se levanta y empieza a vestirse con ropa de trabajo (unos borceguíes viejos, la camisa y el pantalón de grafa y un pulóver gris), se dirige al baño se lava los dientes y la cara, se peina, sale del baño y pone agua en la pava para tomar unos mates antes de irse. Mientras su mujer despierta su hija de 3 meses para cambiarla y darle de comer (la teta), porque ella también tiene que ir a trabajar, es maestra, y los dos tienen que salir a las 7,30 hs para
Poder llegar temprano. La niña es dejada n una guardería hasta que su madre salga de la escuela (a las 12 hs aproximadamente), y la retira para ir las dos a tomar el colectivo que las lleve de nuevo a su casa para descansar y comer algo.
Carlos después de tomar unos mates junto a su mujer e hija se pone la campera, cuelga el casco en la moto junto con los guantes y sale para el trabajo, el cual recién es su primer día; ya que estaba sin trabajo varios meses hasta que consiguió este empleo en una empresa que realiza varios trabajos: instalación de gas, cloacas, pavimentos.
Llega a su nuevo empleo (en el cual no sabe que tiene que hacer), esta parado en la puerta junto a su moto, al lado hay otro muchacho que también mira sin saber que hacer, los dos son nuevos están esperando que llegue el Capataz, él les dijo que vayan esa mañana por que tenían trabajo para ellos. Los dos jóvenes no se conocen, tampoco saben que van a trabajar juntos. Llega el Capataz en un auto (Renault 18), se baja, los mira, los saluda de lejos y habla con otros empleados y a Carlos le dice que guarde la moto en el galpón de la empresa. Cuando se disponía a guardarla, aparece un Gordito que le dice: “espera ahí, no la guardes, tráela para acá, que estará más segura”. Pega la vuelta y lo sigue al gordito con la moto. Ya dentro de la empresa Carlos se saca la campera, la cuelga y espera que le digan que tiene que hacer.
- ¡Hola! dice Carlos al otro muchacho nuevo.
- ¡Hola! ¿sos nuevo? Le pregunta.
- Sí, dice Carlos ¿y vos?
- Yo también ¿cómo te llamas?
- Carlos ¿y vos?
- Pedro.
Y los dos se quedan mirando el galpón. Hay un camión, un compresor roto, varios autos y dos camionetas y en el fondo una especie de taller con un cartel en su puerta de alambre tejido “Prohibido Pasar”, a la derecha esta el baño y antes esta el vestuario por decirlo sí, es un pasillo con clavos en las paredes y de un lado, el alambrado, donde se cuelga la ropa.
“Muchachos hay que cargar las herramientas en la camioneta”, dice el Capataz, y empezaron a cargar las cosas, una caja con espátulas, corta fierro, máscaras, cables, taladros, palas, etc. todo esta listo. En la camioneta van un gringo alto y morrudo que se llama Jorge; el gordito que se llama José y también Pedro y Carlos. Cuando salen, Carlos va en la parte de atrás hasta que llegan a la casa del gringo y ahí le dicen que suba a la cabina junto con ellos. El Gordito (José), le dice:
-¿Sabés lo que pasa? Los jefes no quieren que vaya gente en la cabina.
Carlos no habla, Pedro tampoco (como todo empleado nuevo) miran, escuchan y tratan de hacer todo lo más rápido y mejor posible.
La camioneta llega a la empresa de colectivo donde se esta arreglando una planta de cemento, que fue comprada por la empresa. A esta planta al parecer nunca le hicieron el más mínimo mantenimiento, estaba todo sucio, el cemento pegado, los cables todos yapados, o sea muy descuida y l tarea era ponerla a funcionar.
Llegá el mediodía, Carlos, Pedro, José y el Rubio siguen peleando con la máquina, José (el Gordito) pregunta: ¿trajeron algo para comer?
- Rubio: yo no traje nada.
- Pedro: yo si.
- Carlos: yo no, si compran algo, Agamenn parte.
- José: yo traje un puchero.
- Rubio: voy a comprar en el súper fiambre, ¿Qué querés vos Carlos?.
- Carlos: cualquier cosa vos ve.
- Rubio: estoy cansado anda vos, es a la vuelta, toma la plata y compra fiambre.
- Carlos: bueno-
Se va y compra el fiambre en el súper, el pan no tenían, se tiene que ir a buscar en la despensa que esta a media cuadrada súper mercado.
Llega con la comida y los muchachos ya habían dejado de trabajar y están charlando, escuchando la radio de la camioneta.
Se empieza a comer, se hacen unos sanguches de mortadelas y queso. El Rubio come jamón cocido, el Gordo puchero, Pedro un poco de estofado que esta en un taper.
Llega el Capataz como a la hora y se sigue trabajando en la planta hasta las 17:30 hs se carga las herramientas en la camioneta y se deja algunas porque Pedro y Carlos tienen que estar temprano el Martes limpiando la máquina.
Al llegar a la empresa Carlos se lava, Pedro se cambia, el Gordo se lava, todos se preparan para irse a sus casas.
Carlos se pone la campera, el casco y los guantes, corre la moto porque la pata de arranque esta rota, arranca y se va a su casa en la que esta su mujer y su hija esperándola.
Carlos llega cansado de su primer día de trabajo, se desviste y va al baño y se baña. Al salir se viste con ropa limpia y se sienta a tomar mate y a charlar con su mujer, de su nuevo trabajo y lo que tuvo que hacer; su lo escucha y también le cuenta sobre lo que hizo en la escuela y como le fue a su hija en la guardería, la tele esta prendida pero no la miran, charlan y siguen tomando mate.
Se hace la noche, los dos están cansados y se van a dormir.
Segundo Día
Esta amaneciendo, ya el despertador sonó, la mañana se presenta muy oscura parece que va a llover. Carlos se despide de su mujer y la mira irse con su hija en busca del colectivo que la llevará al trabajo.
Saca la moto, se pone el casco, mira el cielo, corre pone la segunda y larga el embrague, la moto arranca, la detiene y espera que el motor se caliente para poder salir al trabajo, su segundo día (tiene que ir a la empresa de colectivos a seguir limpiando la planta de cemento). Sale despacio y tranquilo, al llegar a la empresa el guardia lo detiene, él le dice que viene a trabajar en la planta, que es de la empresa, que esta haciendo la playa de estacionamiento, el guarda lo mira y le dice:
- “Deja la moto aquí, ¿qué llevás en esa bolsa?
- Carlos: “La dejo en la galería, por la duda llueva”.
- Guardia: “Bueno”
- Carlos: “en la bolsa llevo la comida” (abre el bolso y le muestra el taper que tiene unas milanesas.
- Guardia: “Esta bién, pasa”
- Carlos: “Gracias”
Se va caminando hasta llegar a la planta, se saca la campera y un piloto que había llevado por las dudas se largue la lluvia. Los deja en un camión que esta parado al lado de donde van a trabajar, también deja el bolso con el taper que tiene el almuerzo. Mira la máquina y se sube en busca de las herramientas para poder empezar a trabajar; las encuentra un cono inmenso donde se deposita el cemento; empieza a golpear y a sacar todo el cemento pegado, cuando aparece Pedro caminando.
- Pedro: ¿cómo estas?
- Carlos: ¡Hola! ¿Cómo andas?
Pedro no contesta, busca las herramientas para poder empezar a trabajar, Carlos sigue con la masa y la escofina sacando el cemento pegado.
Empiezan a caer algunas gotas, se pone oscuro. Pasa una media hora y sigue goteando y cada vez más, al parecer no se va detener.
Llega la camioneta, es el Gringo, se detiene cerca de la planta y se baja, los mira y dice:
- Gringo: “Changos, vamos, ¿cómo van a estar bajo la lluvia?. Se van agarrar una pulmonía.
-Carlos: “¿Nos vamos?”
- Gringo: “Sí, tenemos que trabajar en la casa rodante, allá estamos cubiertos de la lluvia”
-Carlos: “Che, yo vine en la moto ¿cómo hacemos?”
- Pedro: “Yo no tengo ropa, me vine con ésta de trabajo nomás”
- Gringo: “No sé, a mí me dijeron que los venga a buscar, Che Carlos, ¿la podemos cargar a la moto o no?
-Carlos: “sí, no hay problema. Vamos, la tengo allá en la guardia”.
Suben los tres en la camioneta y salen a buscar la moto, se detienen en la guardia, la saca y la suben con Pedro a la parte de atrás de la camioneta, la atan con unos cables y salen rumbo a los galpones donde se esta construyendo l casa rodante. La lluvia se hace más intensa, se llega a los galpones, se bajan de la camioneta y empiezan a trabajar en la construcción de la casilla. Lo primero es desarmar un camión, sacar toda la carrocería y dejar solo las ruedas con los elásticos y toda la parte de hierro donde se pondrá la caja para hacer la casa rodante. El Capataz mira y manda al Gringo a buscar tablas en un aserradero.
El Gordo va, viene, no sabe que hacer, pregunta la hora. Las 11 hs alguien le contesta.
-Gordo: Che que van a comer, yo voy a comprar algo al súper.
-Capataz: Bueno comprá para todo, vos ves.
-Gordo: ¿Carlos, trajiste para comer?
-Carlos: Sí
-Gordo: ¿Vos Pedro?
-Pedro: No, que se yo, compra algo.
-Gordo: Bueno yo veo que compro.
Logran desarmar toda la cabina y sacarla, ahora empieza lo más duro se tiene que poner la caja del camión arriba de las rueda. En eso llega el Gordo con la comida, compró papa, zanahoria y puchero, limpia un tarro de pintura de 5 litros, pone las papa y la zanahorias, el puchero no calza, se tiene esperar que se cocine la papa y las zanahorias para poder poner a hervir el puchero, no hay cubiertos, se fabrican unos cubiertos con pedazos de sierras, se consigue unos tenedores y una cuchara; “bueno, (dice el Gordo) algo es algo, esta todo listo a comer se ha dicho”. Se suspende el trabajo, se junta unos block para hacerlo de silla y un cajón de mesa, se sentaron todos: el Gringo, Pedro, el Capataz, el Gordo y Carlos; sobre la mesa se pone la comida, se empieza a comer y charlan del tiempo, del trabajo, de las cosas que están haciendo, el Gordo se enoja y dice.
- Gordo: “Cuando comamos no hablemos de trabajo, Che”.
No le dan bola, siguen hablando del trabajo y lo que hay que hacer. Se termina de comer y descansar, el gringo se va en la camioneta en busca de materiales para seguir trabajando en la casilla.
Carlos y Pedro se ponen a sacar las maderas que no sirven, las chapas rotas también y sacar los remaches. La lluvia se detiene, pero esta un poco frío, y así el día se termina, son las 17:20 hs El Gordo entra a lavarse n el baño, Pedro no sabe que hacer, como volverse a su casa y Carlos le dice.
- Carlos: “Pedile al Capataz que te lleve ¿no vive cerca de tu casa?
- Pedro:”Sí creo que lo voy decir, no puedo irme así”
Se va y busca al capataz, Carlos se pone la campera y el casco baja la de la nafta, se despide y sale a la calle para poder correr la moto y hacerla arrancar.
Llega a su casa, su mujer con su hija nos están, prende el calefón para bañarse y mientras esperaba que se caliente el agua, pone la pava con agua en la cocina para tomar unos mates, en eso llega su mujer con su hija colgada de sus hombros (porque la trae en la mochila), se saludan (un beso en la boca) y Carlos le da un beso a su hija, charlan un poco y Carlos se va a bañar.
Después de bañarse se sienta y empieza a tomar mate junto a su mujer y ve la tele, como a las 22 hs preparan algo para cenar, al terminar se van a dormir. Carlos se despierta asustado, un trueno lo despierta, pero piensa que es una bomba, su mujer también asustada le pregunta ¿qué fue eso? La pieza queda iluminada por relámpago, Carlos se da cuenta que esta lloviendo, mira el reloj son las 3 de la mañana.
-Carlos: “Que macana, esperemos que pare pronto” y siguen durmiendo.
Tercer Día
Suena el despertador y sigue lloviendo, Carlos se levanta y se lava, pone para el mate, después va y ayuda a su mujer, con su hija, para vestirla. Son las 7:30 hs su mujer se va caminando a tomar el colectivo con un piloto, y el paraguas y su hija pegada al pecho para que no se moje, Carlos esta en la puerta con las botas de goma, un pantalón de nylon (que le hizo su mujer) y una capa; su moto esta al lado viendo como su mujer y su hija caminan bajo la lluvia, se da vuelta, cierra la puerta y sale corriendo para hacer arrancar la moto, una ves encendida y calentado el motor se va despacio, porque el asfalto esta muy resbaladizo y se ve con mucha dificultad por la lluvia; así llego a la empresa, el Gordo que también tiene una moto esta todo empapado y los otros, de otra cuadrilla de trabajo se están cambiando para salir a trabajar, bajo la lluvia a desagotar y des trancar las zanjas hechas por ellos (por la obra que están haciendo), esto no es lo mismo que estar en una oficina tomando café y discutiendo de política. Aquí puedes hablar de todo eso pero falta el techo y el café, digamos que existe una pequeña diferencia.
Calos no trabajó bajo la lluvia anterioriormente, hizo trabajo de oficina, fue un empleado administrativo, pero la vida, le hizo cambiar los planes y proyectos, tubo que empezar de nuevo, a trabajar como ayudante en una empresa de la construcción y agarrar la pala, el serrucho, el martillo etc. muy diferente a la lapicera, a la máquina de escribir, ésto es más sacrificado, más duro.
La cuadrilla se va, Carlos, el Gordo, el Gringo y el Capataz se quedan a trabajar en la casilla rodante, Pedro no vino todavía, también falta un empleado que tiene que empezar hoy, son las 10 hs y la lluvia sigue cayendo fuerte y al parecer no parará en todo el día. Llegan Pedro y el nuevo empleado, estuvieron en la planta esperando que alguien los busque, al no ir nadie, tuvieron que tomar un colectivo bajo la lluvia y por supuesto todos mojados, dan las disculpas por llegar tarde y empiezan a trabajar.
Esta llegando el mediodía ¿saben por qué? El Gordo anda preguntando que van a comer, al tener todo el listado y la plata sale a comprar la comida para el almuerzo. A la media hora llega con papas, zanahorias y menudos; empieza a lavar la olla (un tarro de pintura donde va a cocinar). Trae una garrafa y la manguera con el soplete, busca un block, lo pone arriba de dos ladrillos y debajo del bock entre los ladrillos pone l soplete y en la parte de arriba la olla con agua. Una hermosa cocina, la necesidad hace que el ser humano se la ingenie para poder sobrevivir.
La comida ya está, se limpia un cajón de madera, se pone unos block a la vuelta y se sientan todos a comer, y en un bidón forrado con tela se pone agua, se come y se charla. Después de una hora se levantan y empiezan a buscar las herramientas para seguir trabajando. El Gordo levanta los cubiertos, el tarro (la olla), el cajón (la mesa) y sigue dando vuelta, la cosa es no trabajar o trabajar lo menos posible. Siempre hay uno, como también existe el alcahuete y aquí no podía faltar. Un morocho de bigote con tonada provinciana, mira se ríe y cuando algo se rompe o sale mal, reniega, critica, se hace problema. Cuando se estuvo desarmando el camión, Carlos y Pedro no sabían como sacar el volante, y Carlos por hacerle palanca lo rompe; cuando Juan (el Morocho de bigote) lo ve roto, empieza a decir: “No, no se rompe, es viejo, pero eso no se hace, cómo van a romper el volante”. Y así, en todo, no hace una pausa al mediodía para comer, el no detiene el trabajo hasta las 17 hs come cuando va a la casa, sta. como 10 hs perdido en la empresa, él no sale a cavar pozos, el no se moja los días de lluvia y los días de sol él no se quema, él esta en el taller siempre haciendo algo, o arreglando los coches de los dueños de l empresa o está arreglando las máquinas, los camiones o camionetas.
El día miércoles es un día de miércoles, son las 17:30 hs y sigue lloviendo, el Gordo se baño con agua caliente y sale en la moto bajo la lluvia sin capa, sin botas, sólo con el casco para cubrirse un poco. Los otros miran, no saben que hacer, Pedro y el nuevo (Ricardo) piensan en qué se pueden ir. Carlos se pone el pantalón de naylon, la capa el casco y los guantes (todavía mojados de la mañana), y hace arrancar la moto dentro del galpón, sale a la calle y mira hacia hacía la izquierda y a la derecha, cuando no cruza nadie, sale en busca del asfalto mojado para irse a su casa a bañarse y tomar unos mates con su mujer y ver a su hija en este día de miércoles que no deja de llover.
Cuarto Día
El día jueves s amanece nublado y frío, en la empresa no hay nadie o mejo dicho el Gordo todavía no llegó, el Gringo, Pedro y Ricardo están en la planta trabajando y en la empresa esta Juan un chango que estaba trabajando en las otras cuadrillas, ahora estaba acomodando maderas, caños, etc. En eso, llega el Capataz y le dice a Carlos que tiene que ir puliendo unos hieros para poder soldarlos y hacer unos ángulos. En eso que esta puliendo los hierros, uno de los ingenieros, dueño de de la empresa, lo llama y le dice que tiene que llevar unas maderas y unos palos de palmera y ponerlos arriba de la camioneta. Deja todo y va a realizar la otra tarea pero esta vez, no solo, el otro chango lo ayuda (es un jujeño habla poco). Después de cargar esas maderas (que eran un cartel que decía algo de una obra de gas), el ingeniero les dice:
- Ingeniero: “Bueno, ustedes se van colocar ese con él.
El es un señor de barba, rulado y flaco. No dicen nada, sube a la camioneta en la parte de delante de la camioneta y se van, después de andar unas cuantas cuadras, Carlos lo mira al Jujeño y le pregunta:
-Carlos: ¿a donde vamos?
-Jujeño: “No sé, tenemos que poner ese cartel pero no se dónde”.
La camioneta pasa el arco de Córdoba, dobló hacía Río Segundo y de ahí a llega Pilar, los tres en silencio, se paran a cargar combustible. El que maneja compra unos sanguches y le invita uno a cada uno. El día sigue nublado, la camioneta sigue andando, va camino a Oncativo y l llegar buscan la salida para ingresar a Villa Ascsubi (o algo así), después de dar varias vueltas y andar un buen trecho, llegan a la Villa y se detienen en la Municipalidad. El pueblito es muy lindo, muy tranquilo, la plaza esta muy bien arreglada, cortado el césped, con flores, los árboles bien cuidados y verdes, el que maneja se bajó e ingreso en la Municipalidad, Carlos y el Jujeño se quedan parado al lado de la camioneta esperando y pensando”¿dónde irán a cavar los pozos para poner el cartel?” En eso, sale el que manejaba la camioneta con otro señor saluda y suben, salen hacia la ruta a poner el cartel. Carlos y el Jujeño bajan todas las maderas, arman el cartel en el suelo, hacen los pozos, se miran y se preguntan: “¿Cómo van a parar esos troncos de palmeras, son muy pesados?”.
- Carlos: “Con la camioneta, los atamos con alambre, a los troncos los dejamos a la orilla de los pozos y la camioneta los va arrastrando hasta que caigan y después los levantamos”.
Cuando están por hacer eso llega un señor del pueblo, los mira y dice:
-Señor del Pueblo: “Entre los cuatros podemos”
Entonces el que manejaba y el Jujeño llaman a Carlos que esta buscando unos alambres en la camioneta.
-Jujeño: “”Carlos vení, entre los cuatros los levantamos”
-Carlos: “¿Sí? Bueno”
-Chofer: “Sí, si vamos a poder, dos de cada palo, si no s tan pesado”
Y así los levantan, tapan los pozos y cargan todas las herramientas, los martillos, clavos, palas, alambres. Suben a la camioneta, el que maneja, el Jujeño y Carlos, el señor del pueblo se va en un auto.
Era el mediodía, hora de comer, se van en dirección de la plaza, la camioneta se para, entra a un comedor, no hay nadie, en el momento que entran sale un señor vestido con chaleco de mozo, los recibe y los invita a sentarse muy amablemente y pregunta.
-Mozo: “¿Qué van a comer?”
-Chofer: “¿Qué tiene?”
-Mozo: “Tenemos, asado, pescado, milanesa matambre”
-Chofer: “Yo pescado, ¿no sé ustedes?”
-Carlos: “Yo milanesa”
-Jujeño: “Yo también milanesa”
-Mozo: “y de tomar, ¿vino, gaseosa...?”
-Chofer: “Una gaseosa grande”
En la espera del almuerzo les traen unas rodajas de salamen, como entrada de mesa y para que se haga corta la espera.
La espera se hace corta porque también ha un televisor a color y los tres miran el noticiero, no hablan, sólo miran, comen y toman gaseosa.
Terminan de comer, el chofer paga, saludan al Mozo y se van en búsqueda de la camioneta que esta parada afuera. Suben y cuando Carlos y el Jujeño creen que se vuelven a Córdoba, el Chofer les dice:
-Chofer: “Nos vamos a Luna Larga a buscar unas muestras, porque tengo que analizar la tierra”
-Carlos: “¿Qué sos?”
-Chofer: “soy Geólogo”
-Carlos:” ¡Ah geólogo! ¿ Y qué tenés que hacer?”
-Chofer: “Tengo que sacar unas muestras para saber cuanto resiste el terreno, lo haremos rápido creo que en una hora está todo listo”
Llegan a Laguna Larga, en el camino cayeron algunas gotas. El lugar a donde tenía que sacar muestra l parecer es una empresa de transporte de cereales o algo así, por que había camiones, una báscula y un pozo de 4 metros de hondo.
La tierra esta muy blanda debido a la lluvia, al caminar se hunden y Carlos y el Jujeño se tenían que bajar al pozo para sacar las muestras. En media hora hacen el trabajo y de nuevo están arriba de la camioneta y está vez camino a Córdoba, piensa llegar a eso de las 5 de la tarde cuando Carlos y el Jujeño se tengan que ir a la casa a descansar.
El Chofer (que es Geólogo) empieza a charlar, a preguntar de dónde son, qué hacen, el Jujeño tomó confianza y empieza a hablar.
-Jujeño: “yo estoy aquí por mi viejo, a mí Córdoba no me gusta, en Jujuy uno trabaja un tiempo y después puede viajar y salir, pero aquí no se puede. Uno tiene que trabajar y la plata no alcanza, aparte tengo miedo de salir, te pueden pegar, robar, yo no salgo”.
-Chofer: “y vos, que haces?”
-Carlos: “Aquí estoy, hace poco que empecé a trabajar en la empresa, yo trabajaba en la administración pública, pero me despidieron por el plan de reforma del estado, la revolución productiva, era una empleado administrativo y estoy estudiando en la Universidad, pero me hace falta plata para poder vivir, estoy casado, tenemos una nena y el sueldo de mi mujer no alcanza, es maestra.
Nadie dice nada, y el silencio lo rompe el Geólogo con un insulto.
-Chofer: “¡Qué lo parió, en este país no se puede hacer nada, che!
Sigue hablando del tiempo, del trabajo y llegan a Córdoba. En unos minutos están en la empresa; Carlos y el Jujeño bajan las herramientas y el geólogo entra a las oficinas y los únicos que se despiden de Carlos y el Jujeño, el Geólogo sigue en la oficina.
Carlos busca la campera, saca la moto y se va a su casa, al llegar saluda a su mujer y le da un beso a su hija, prende el calefón y mientras espera que se caliente el agua para bañarse charla con su mujer, le cuenta de que estuvo entre Oncativo y Río Tercero, que fueron a colar un cartel y estuvieron viajando todo ele día. Su mujer le cuenta que estuvo haciendo y lo que hizo en la escuela y lo bien que se porta su hija en la guardería.
Al salir del baño Carlos, ya bañado y cambiado, se sienta frente al televisor blanco y negro de 14 pulgadas, y se pone a ver el noticiero y escucha: “Un jubilado se suicida, por no tener para pagar el alquiler de la pieza donde vivía”; sigue viendo la tele, no dice nada; el noticiero sigue: “Los obreros salieron de nuevo a la calle, estuvieron en la plaza y produjeron desorden” “El gobierno y la Iglesia (un sector de la iglesia) discuten si hay pobres o no, si el gobierno tiene sensibilidad social o no”. Carlos no dice nada, se toma unos mates y se va a dormir porque al otro día se tiene que levantar temprano.
Quinto Día
El viernes amanece un poco fresco, y como siempre Carlos se levanta a las 6 de la mañana, toma mate con su mujer y ésta con su hija prendida al pecho y como toda la semana se van a sus trabajos.
Al llegar a la empresa Carlos se pone a trabajar en la casilla rodante junto al Gordo y al Capataz. El Gringo, Pedro y el otro muchacho están en la planta tratando de limpiarla y avanzar algo para ponerla a funcionar lo más pronto posible.
Llega el mediodía, el Gordo como siempre se va a buscar algo para comer (como siempre puchero) y al regresar se pone a cocinar. Al estar todo listo para comer, Carlos y el Capataz hacen un alto y se sientan cada uno en un block y la olla es puesta en un cajón de madera y el bidón con agua en el suelo, una media hora de descanso para comer, para hablar sin tener que hacerlo a los gritos, porque no hay ruidos, no hay golpes que interrumpan su conversación.
-Gordo: “Che, Carlos pediste plata, hoy es viernes”
-Carlos: “No, ¿cómo es eso?”
-Gordo: “Pedí un adelanto de la quincena, un vale.
Carlos se queda pensando, no sabe que hacer, recién hace una semana que empezó a trabajar y se pregunta en voz alta.
-Carlos: “¿Me corresponde pedir plata?”
-Gordo: “Yo pido unos 500 pesos si no como hago para vivir con mi familia, para cobrar la quincena falta mucha todavía”
-Carlos: “No se, ya veo que hago, creo que no pediré nada por ahora”
En esos llega el Gringo, a buscar unas herramientas que le faltan y también ayudantes para levanta unas chapas que son pesadas y entres los tres no lo pueden hacer, en eso, el Capataz le dice:
-Capataz: “Escúchame, deciles a los changos, que si quieren plata que vengan con vos, carga todas las herramientas que te hagan falta y Carlos se va con vos”
-Gringo: “Bueno, ésta secretaria no sabe que siempre yo los viernes llevo plata. Me dice “usted no pidió temprano, tiene que pedir o avisar a la mañana” yo arregle así, los viernes saco un vale si no como ¿cómo hago?.
-Capataz: “Creo que voy a empezar a hacer lo mismo, todavía me deben plata de la quincena pasada.
El Gringo sigue juntando las herramientas que le faltan con la ayuda de Carlos y le dice.
-Gringo: “Carlos trae los guantes que nos vamos a la planta”
-Carlos: “¡Sí! ¿Qué hay que hacer?”
-Gringo: “Hay que soldar una chapa, pero hay que hacerlo en la parte de arriba y solos no podemos y no se si los cuatros lo vamos a hacer”
Al terminar de cargar todo, se suben a la camioneta y se van, al llegar se ponen a trabajar los cuatro, el trabajo es duro y pesado, tienen que subir unas chapas pero no lo pueden hacer, son demasiadas largas y no pueden entrar en el tambor de la hormigonera de la planta, el Gringo prende la autógena y empieza a cortar por la mitad, Carlos los pule con la amoladora de mano y le saca todo lo sobrante, para poder soldarlo después. Pedro y el otro chango siguen limpiando la máquina con espátulas.
-Gringo: “Muchachos, el Capataz dijo que si quieren plata vayan conmigo, sino nos vemos el Lunes aquí”
-Pedro: “¿Cuánto nos van a dar?”
-Gringo: “No se, creo que 600 pesos. ¿Qué van a hacer?
Los Changos se miran y le dicen:
-Pedro: “Sí vamos, pero ¿con las bicicletas qué hacemos?
-Gringo: “No sé”
-Pedro: “Bueno hagamos una cosa, espéranos ya venimos vamos a dejar las bicicletas en la casa de mi madre que esta aquí cerca”
-Gringo: “Bueno, los esperamos en la esquina”
Al llegar a la empresa se bajan de la camioneta y empiezan guardar todas las herramientas en un cajón y también bajan los tubos de oxígenos y el carburo de la autógena, y el soldador eléctrico queda arriba de la camioneta porque el lunes tienen que seguir soldando.
El Gordo se estaba cambiando, el Gringo se al baño a lavarse y cambiarse.
-Carlos: “Bueno me voy a lavar y cambiar”
-Pedro: “Esperemos que después nos lleven, no tenemos ropas para cambiarnos”
-Carlos: “Díganle al Capataz que los lleve, ¿no vive cerca de sus casa?”
-Pedro: “í, vivimos cerca, esperemos que nos lleve, después que nos lleve.
El Capataz sube y baja las escaleras, los muchachos lo miran no dicen nada, solo esperan. Después de haber subido y bajado como 10 veces las escaleras se queda abajo en la oficina con un talonario de pagaré, una lapicero y el primero en pasar es el Gordo, pasan 5 minutos y salé, los saluda y les hace seña para que pasen a cobrar, sube a la moto y se va; pasa el Gringo también cobra, se despide y se va.
Carlos también, cobra el anticipo de 600 pesos se despide del Capataz y al salir de la oficina le hace seña a los restantes para que pasen a cobrar el adelanto; arranca la moto y se va a su casa, con algo de plata y el cansancio de la semana acumulada, para poder el fin de semana recuperar fuerzas y empezar el Lunes de nuevo con toda la energía necesaria y así rendir lo mejor posible en el nuevo trabajo.
EL NEGRO